Salgo dando un portazo e instintivamente me pierdo en las calles sin saber dónde ir…Me da igual, no importa, nada importa… Mis ojos húmedos piden tregua a un descanso que no voy a tener.
Golpeo con fuerza una pared y todo lo que me molesta a mi alrededor... pago mi ira contra una farola y me apoyo en ella para dejarme resbalar hasta el frío pavimento...
Me encojo todavía más y el llanto se hace más fuerte… Y me ahogo en una melancolía que me supera.....
...quemándome de impotencia por dentro...
Puzadas de dolor me sobrevienen y me siento desfallecer....
Porque ya no estás aquí... ya no me abrazas.... ya no me arropas ni me cuidas..
Y te siento lejos de mí.... y la angustia me invade de la cabeza a los pies...
Miradas furtivas en un baile de máscaras venecianas propio del siglo XVIII, un palacio del bello París.. la imponente ópera Garnier....Un enrevesado de esculturas de figuras barrocas donde ángeles y demonios se disponían frente a frente....bellos contrastes entre el marfil de las balaustradas y el escarlata de las alfombras. Iluminado bajo la cálida luz que emanaban los lamparones que colgaban del techo... El oro resplandecía impregnado por una complicidad histórica…enormes escalinatas y majestuosas obras pictóricas...gentes extrañas con misteriosas sonrisas que bien parecían irónicas... risotadas estridentes con gestos propios de la nobleza...gentes oscuras que asemejaban a los fantasmas de las gentes que habitaron ese palacio ....una danza de lentejuelas, purpurina y plumas de colores...ostentosos trajes de época, pomposos peinados y relucientes joyas que dotaban de elegancia a sus portadores....pálidos rostros que resaltaban el brillo carmesí de los labios y los destellos esmeralda de unos ojos penetrantes... cabellos recogidos con bucles de ondas que caían sobre unos hombros que sostenían un cuello esbelto cuya nívea piel se hacía irresistible a la vista de un joven que se acercaba...
...roces sutiles con la yema de unos dedos...mensajes cifrados enviados mediante gestos con un abanico... duelo de miradas bajo unas máscaras que escondían el secreto de su identidad...
Un torbellino de sensaciones.. euforia, excitación, algarabía, sensualidad, deseo....
Todo en vuelto en un halo de misterio, burla, magia y secreto...
..y sentir unos dedos recorriendo mi espalda... ... y esbozar una tímida sonrisa.. ..... y cerrar los ojos.... ........y descifrar un mensaje... ............solamente dos palabras..... ................................y de repente ....despierto... ...todo esfumado..... ...y lloro durante horas... ...y del propio agotamiento.... .........vuelvo a dormir...... ................y un escalofrío recorre mi columna... .....................pues sigues aquí.... ..........................y esta vez... me doy la vuelta.... y me abrazo fuerte a ti.. ..............................para que no vuelvas a dejarme.........
... para que me arrulles, me acaricies, me seduzcas de nuevo cada día.......
Hay momentos en los que nos sentimos vacíos... preguntándonos la causa y razón de nuestra existencia... no sabemos que debemos hacer.. y a veces lo peor de todo es que no nos molestamos en intentarlo...
no buscamos... no luchamos... nos encerramos en un cubículo en el que nadie nos ve cuando lloramos.. nos acurrucamos debajo de las sábanas... nos escondemos en el cuarto de las escobas... ... y nos inunda ese sentimiento que te aprieta fuerte la garganta y no te deja respirar en paz.. ... tristeza.. un sentimiento que nos permite estar a solas con nosotros mismos... ...vacío..algo que se siente como si te aplastase el alma... ...y destrozarse los ojos hasta dejarlos enrojecer...
...amarrarse a falsos amigos que solo tendrían un 40% de volumen y su amistad duraría unas horas...para dejarte tirado de nuevo..
