miércoles, 26 de mayo de 2010

zzzup



Tal vez una pequeña acción ya basta para que me decida.

Quizás... un tigre se enamore de un puma...
Puede que le pique porque come ajos...
...y sienta pellizquitos en los brazos que erizan la piel
Seguro que ve destellos de colores de sabores dulces
y bailará contoneándose y bebiendo ron.

Tal vez, el argumento estaba en las risas...
...y ser felices era el objetivo a conseguir.


Porque podríamos estar en cualquier lugar y seguir en el mismo sitio.

Versprich mir, blauen Tagen

jueves, 6 de mayo de 2010

Sea inside





La divisó corriendo por la playa y no pudo evitar quedarse abstraído mirándola.

La ligera brisa marina acariciaba su pelo castaño como suaves dedos, suspendiéndolo, convirtiéndolo en belleza etérea y sensible.
Su fino vestido blanco, empapado por algunas zonas, se enredaba entre sus piernas y se ajustaba a su silueta, dibujando su contorno con suaves líneas anaranjadas...

En el horizonte: el cielo pintado en un bello color dorado que se degradaba tiñéndose de escarlata, se unía con el mar, recostándose sobre él y dejando su marca rojiza mientras millones de rubíes y diamantes brillaban en su superficie.

La observó adentrarse en el agua, todo el vestido se adhirió a ella como una segunda piel.


Tal vez busca algo...-se dijo a sí mismo- ¿El ser humano qué busca? Quizás...un hombro en el que llorar, una mano a la que aferrarse, un cuerpo al que abrazarse, una personalidad consistente, un camino a seguir, una soledad amada...

Mientras corría la brisa marina impactaba en su cara, sus fosas nasales y su pecho se henchían, aspirando el olor a salitre, purificando su mente y olvidándose por un segundo de su propia existencia.

Corría corría y corría... y se adentró en el agua para quedarse allí dormida. Notó como el agua se iba apoderando de su cuerpo, limitando sus movimientos. Las olas chocaban contra ella, haciéndole perder el equilibrio. La ropa, aún siendo ligera, le oprimía el pecho, como una membrana que tapaba el aire. Sintió como poco a poco se desvanecía, los pies se agitaban furiosos buscando el suelo que cada vez era más lejano. Los brazos, exhaustos, no respondían a sus movimientos e iba notando como, poco a poco, sus párpados pesaban más. Aún pudo ver a lo lejos una delgada linea roja que surcaba el horizonte.

A su lado, cayó un cuerpo rodeado de millones de pequeñas burbujas que despertaban con cosquillas sus extremidades.

Era un hombre joven, que la agarraba para que las olas del mar no la raptasen. Le sujetó la cara y se la quedó mirando a los ojos, tranquilizándola, atrayéndola hacia la playa.

Ella, exhausta, se perdió por un momento en el profundo marino de sus ojos, para seguidamente cerrar los ojos y dejarse salvar.

domingo, 2 de mayo de 2010

Heartbeats




Ambas observaban en aquel cuadro de formas abstractas.

-¿Te gusta?
-No sé.


Se sentaron a mirar el resto de la galería.
De repente, el rostro de una de ellas empezó a surcarse de lágrimas.

-Lo quieres, ¿verdad?
-Creo que sí.
-¿Mucho?
-Sí.
-¿Por qué lo quieres tanto?
-¡¡Porque no me necesita!!